
Alguien puede no creerme cuando le digo que tengo un tomavistas. Y lo más raro es que me lo acabo de comprar. Es una Noris 3001 de buena fabricación alemana de los años 70, con la lente perfecta y el zoom funcional. Usa 4 pilas pequeñas y la maquinaria es una maquinaria: no tiene un maldito chip.
Ayer mismo me cargué un USB cuando lo arranqué de cuajo del frontal del computer. Fue sin querer. Me levanté para abir al cartero y me lo llevé con el pie. Total que el maldito cartero era comercial y me cagué en su calavera. Eso me llevó a pensar (sólo un poquito) sobre el momento actual a la hora de guardar datos en carpetas intangibles (archivos, fotos, cine). Todo es muy rápido y fácil de usar en el mundo digital pero es muy facil perder. ¡Ya ves con una patadita!
Total que salí por la tarde furioso y la vi en el escaparate. Un tomavistas super 8. El de siempre. Hoy en el 2010. Una camarita de cine en su mínima expresión pero con toda su magia. Su aluminio satinado brillaba y me llamaba. Me decía que todavía estaba ahí, que podía rodar, que podía girar, que podía impresionar. Y me impresioné. Y ya es mía. Por fin.

En las navidades de 1976 mis padres (o sea los Reyes Magos) nos regalaron un proyector de super 8 muy grande que pesaba unos kilitos. Creo que era el Cinemax Bianchi. Lo hice funcionar con una bobina de Laurel y Hardy pero aquello no marchaba. Comprobé todo otra vez pero no funcionaba. Lo devolvimos (para alivio de los Reyes Magos que debieron de estar al borde la ruina con aquella compra) y como no tenían otro se cambió por el Cinexin amarillo de la época.
Los papás prometieron que al año siguiente los Reyes traerían otro proyector mejor y además una cámara. Las navidades del 77 llegaron pero hubo problemas con los presupuestos (los Reyes de Oriente en plena crisis del petroleo imagínate) y nunca más se supo de las máquinas de hacer cine.
Total, que al final tenía que llegar el dichoso tomavistas. Con 30 años de retraso pero ya lo tengo. Todo llega. Ahora lo que no hay es película. El lugar más cercano para revelar está en Burbank. Lo tengo un poco jodido.
El otro problema es que perdí el Cinexín amarillo del 76 en alguna mudanza. A ver cómo proyecto ahora peliculitas para los amiguitos. Tendré que usar el DVD...





