miércoles, 12 de octubre de 2011

Capitan Trueno y la santa serie B



Ayer vi Capitan Trueno y el Santo Grial junto a otras seis personas (quiero decir que estabamos siete en total en la sala).

Y podría resumir mi experiencia en una palabra: mala. Sentía verguenza ajena por lo que veía.

Capitán Trueno y el Santo Grial es una película que si le ponen un filtro digital de pelos y rascaduras, un tono sepia lavando el color, y me dicen que la han rodado en 1985 me lo creo por completo.

Entre Capitán Trueno y Misterio en la Isla de los monstruos, me quedo con la segunda. Y lo digo en serio porque es más entretenida, apasionante y divertida.

Vamos a empezar hablando de lo salvable, porque por ejemplo hay bastante buen trabajo de la gente de vestuario para disfrazar a una tropa de actores sin gracia ni gracias.

El póster publicitario promete, tiene un diseño dinámico y clásico para una peli de aventuras, pero no hay nada debajo de ese diseño. Solo es un póster.

Quizá no está mal también el diseño de producción, o sea los carromatos, armas, paisajes, interiores, etc.

Y el sonido tampoco está mal, pero necesitaría un mínimo de otro mes de trabajo (o dos) para crear un sonido a la altura del tema: una gran aventura de espadas, magia y caballeros.

Sergio Peris Menchetta (Capitán Trueno) es un bruto de la pantalla, es un Conan con estilo, y tiene el físico para el papel pero sin dirección brilla con 500 watios cuando podría haber cegado con 1000. Pese a todo lo veo perfecto para el papel porque tiene fuerza y su energía traspasa la pantalla.

Pero se acabó lo bueno...

Y mira que me advirtieron. No vayas a verla. Te vas a aburrir, me decían. Es un peñazo, me decían. Pero no hice caso. Quería jugar limpio. Quiero pagar mi entrada. Quiero ver una pelicula española basada en un cómic clásico español; un tebeo de aventuras y espadas con piratas, malvados, villanos, mostruos, heroinas, persecuciones, carreras, tiros, puñetazos... ¿Y lo encontré?



ADVERTENCIA: reconozco el trabajo de todo el equipo y sé que un rodaje, bueno, malo o peor es siempre dificil y duro. Pero eso, como público que soy, no debería importarme.

Oriente. Año 1292.

Los árabes que vemos en la primera escena no hablan árabe y no son árabes. Son actores españoles que se disfrazan como cuando llega la Navidad y los políticos y deportistas del barrio se suben a las carrozas de la cabalgata de Reyes.

Empezamos bien, me digo para mi. Y no sigue mejor.

El montaje de secuencias de acción es de lo más desganado que te puedes imaginar. Un desglose torpe de acciones en las luchas mediante montaje simple y caótico.

La iluminación en interiores no es que sea mala, es que es nefasta. El contraluz y el claroscuro se podrían haber creado mediante la técnica del "ponte unos focos por allá Manolo". Creo que un realizador de bodas lo haría mejor. Yo (que no soy director de fotografía ni lo quiero ser) lo haría mejor. (cada uno a lo suyo)



Ni el director ni el cámara parecen saber dónde poner la cámara. Es teatro filmado con todos los actores frente al proscenio. Los encuadres no tienen ni un maldito interés y tratan a los actors como si fueran lechugas en un reportaje de callejeros por el barrio.

El guión es flojo, sin interés, lleno de clichés y con esquemas estructurales deslabazalados o fuera de tiempo.

Los diálogos no es que sean malos, es que son paupérrimos o de aprendiz, y parecen escritos sin talento y sin ganas. Incluso las frases son aburridas hasta el final al nivel de telefilme barato de los que sirven para echar la siesta un sábado después de comer.

No consigo tener empatía con los personajes que son tan planos como una fotocopia, (incluso un simple sello tiene más interés). Luego te enteras que es el primer guión de largometraje del guionista y se estrena nada menos que con la adaptación de un cómic... ¿Ha sido eso una buena idea de produccion?

Los villanos son de programa de sábado por la mañana en España en los años 80 presentado por Torrebruno. El malo más malo es un tal Sir Black, remedo de Belloq en Raiders of the lost Ark de Spielberg. Da pena ver como el actor lo interpreta con una imitación de acento inglés de cena de carnaval. ¡Ay! ¡Qué dolor!

Los efectos especiales son de After Effects de cursillo del Inem. Sin más.

La música parece compuesta por un chaval en 15 días con un programa de música digital con un computador de 500 euros.



¿Y de los actores qué podemos decir? Supongo que hacen lo que pueden. Cuando parece que se dirige sin ganas, como mero trámite o sin ideas, un actor hace lo que puede y si no tiene recursos propios se hunde como estátua de barro. Que es lo que le pasa al deportista Manuel Martínez como Goliat (desde todo mi respeto y cariño). El chaval lo hace tan mal que hay queda más remedio que no enfocarle con la cámara cuando habla. ¡Y cómo va a funcionar si el chaval no es actor! ¿Qué se esperaban que iba a hacer? ¿Dónde está el jefe de casting?

Y no voy a comentar más que me entran ganas de llorar.

No podía creer lo que veía. Toda la película es un espectáculo torpe y telefilmero, y lo peor es que creen que lo estan haciendo bien.

Os prometo por mi honor de caballero y cortometrajista que por 5 millones yo mismo lo habría hecho mejor, y me sobran 5 kilos de euros para publicitar.

Mira que lo intento, pero no puedo creerme que haya costado diez orondos millones y dudo que recaude más de uno en taquilla (espero equivocarme).

Tenían todos los ingredientes para cocinar un gran espectáculo y han conseguido un bocadillo de mortadela que les ha costao ¡¡CUATRO MESES de RODAJE!! ¡16 semanas! Para el resultado final es una burrada de tiempo. (8 semanas ha costado el rodaje de TINTIN)

Los títulos finales avisan con un CONTINUARÁ. Yo no pienso ir a ver la segunda parte si no la dirige Juanma Bajo Ulloa o yo mismo. (no lo voy a hacer peor)

RESUMEN: Una película de serie B con presupuesto de serie A. Una gran oportunidad perdida de comenzar una franquicia de éxito.

Aufidersen!
Bronco Rudigüer.