lunes, 22 de junio de 2009

El nuevo jefe de la Academia de Cine



Todo un golpe acertado y maestro que el señor Alex de la Iglesia llegue a la Academia para darle ese aire fresco vendavalero y verbenero que le falta.

Secundo todo lo que pretende revitalizar y renovar. Hay que acercar al público el cine de todas las maneras posibles además de la publicidad tradicional, hay que apostar por otros formatos como el DVD y su making off, los blogs, y usar el Internet 2.0. Iremos a ver más cine español cuando nos parezca atractivo, cuando lo deseemos, cuando lo valoremos y conozcamos. Y eso se consigue aireando la profesión y mostrando a quienes lo hacen; a todos, desde el primer técnico en efectos especiales hasta la estrella más divosa y divante.

Alex lleva en esto del cine desde 1993 cuando nos sorprendió con Acción Mutante, y hemos visto como se ha convertido en un referente ineludible para los que nos gusta el cine de género y de espectáculo. Aplaudido por crítica y público, sabe de cine y hace cine, y tiene mucho que aportar a la industria después de unos añitos de estrenos logrados. Lo mismo que Santiago Segura o Juanma Bajo Ulloa ha ampliado los horizontes de nuestras miras cinéfilas y ha ido más allá, demostrando que a los españolitos nos gusta el cine de palomitas y que además lo sabemos hacer.

Espero que la próxima gala de los Goya sea el escaparate de toda esa revisión que Alex pretende hacer del concepto de industria y espectáculo del cine en España.

martes, 16 de junio de 2009

Lo bueno de Teaserland sera lo mejor



Parece mentira que algo tan pequeño pueda llevar tanto trabajo...

Con la excusa de Teaserland ya templamos nuestro brío para medirnos con el hacer cine y salimos bien parados. (eso creo) Quiero decir que terminamos el proyecto. Y no es una tontería. Es sorprendente la cantidad de cortos hechos con amigos o conocidos que quedan sin acabar en un cajón. Cuando no hay contratos o dinero por medio, una rabieta o pataleta del ego de alguno del equipo y se acabó. Sin un director perseverante todo se queda en el olvido. Terminar una película, ese es el trabajo de un director de cine ya que estamos en estas.

La obra, (The pencil man) aunque diminuta, está terminada y la han visto algunos miles de personas. Vamos, que para la cantidad de gente que termina videando un cortometraje (amigos, familiares, esa chica que se quiere ligar, y poco más), no está nada mal. (podéis ver el trailer y el making off en Youtube)

Algo muy bueno han sido los comentarios de nuestro público virtual. Hemos tenido más de 180 comentarios en apenas dos meses. Alguien nos dijo que teníamos que rodar ya. Otros nos mandaron a mamarla a Parla. Y eso también es bueno. (bueno rodar y mamar según cómo)

Esa amplia variedad de sentires y de pareceres generados significa que hemos llegado a arañar o acariciar (táchese lo que no proceda), los ánimos del personal. Y cuando lo que haces es intentar provocar escalofríos o carcajadas con tu cuento visual, las críticas te dicen si lo has conseguido o no.



Comprobamos con alegría sin igual (perdón) que otros trailers subidos antes que el nuestro no tenían siquiera 50 comentarios. Y para saber con quién caminabamos Javier El Busto y yo nos videamos (lo juro por Billy Wilder) los 1000 y pico trailers a concurso, y comprobamos que teníamos competidores muy serios, y también que conseguimos una calidad principiante muy alta.

Todo esto te da impulso para seguir disparando a la diana con los ojos cerrados, (como dijo una vez Nicolás López), aunque no hayamos conseguido ni siquiera llegar a los finalistas. (¡joder!) Estabamos tan convencidos de quedar entre los finalistas que mira que nos hicimos una foto previa brindando por el exito. ¿entusiastas o ilusos? Yo creo que principiantes.

Qué le vamos a hacer! Si no gustó al jurado.. Si pasó desapercibido...

Llamadlo pataleta, pero cuando descalificaron "The NOA proyect" de Rubén Latre por plagio, muchos pensamos: ¡Ahora! que revisen los demás y hacemos una reentrada. Quía! Ni por esas.

Seguro que si hay segunda edición de Teaserland, los creadores han tomado buena cuenta de nuestras críticas y buenaventuras, lo mismo que nosotros de nuestro público. Así que gracias a esta edición de tanteo, lo mejor está por venir.

Saludos.
Santiago Usoz, director de The pencil man.



EDITO:
El ganador es IGNATO de Javier Monge. Un trailer rodado con cromas, (¿CGI?) y edición digital de After Effects, con la colaboración de Javier Botet, nada menos que el actor Javier Botet que da vida a ese monstruo del ático en REC de Balagueró. ¡Enhorabuena Javier!

Wikipeli: un muerto en el rodaje - parte 2



El agujero de bala ya está fijado y tengo que mantener mi cara sin gestos bruscos o se moverá.

Cuando Gema está terminando el maquillaje entra Martín Rivas, que se presenta y me saluda y yo le estrecho la mano tieso como una momia. Un cadaver tiene los músculos paralizados así que voy a aprovechar eso para el papel. Ya no me río. (ahora entiendo los making off de zombies, todos tan serios sin hacer gracias a cámara)

Fer Plana, la asistente de dirección, me acompaña hasta el set y hacia mi debut en el cine español (Olé!), me presenta a José Corbacho y Juan Cruz y estos me dan la bienvenida al rodaje.

Corbacho es un tipo con pintas de guasón cínico, y parece un médico amable, cachondo y rechoncho con barba de cinco días. Me faltó tiempo para felicitarle por el estupendo, divertidísimo y fresco "Homo Zapping" que capitaneaba allá por los años 2003 a 2005 en Antena 3. Juan Cruz tiene el rostro picado de viruelas y el pelo lacio, y podría ser un vendedor frikie de discos de culto en un barrio heavy de Madrid. Como ha trabajado de guionista en el Terrat se le conoce menos (ordenador, cuatro paredes y soledad), y seguro que es un tío con el que poder hablar de Verano Azul (lo digo porque me lleva 3 años na más y yo vi Verano Azul, ¡qué pasa!).

Fernando el ayudante de dirección me indica como meterme dentro del monovolumen y me tumbo encima de unas bolsas de plástico. Me dice que tome una postura cómoda porque estaré un rato dentro. De repente me doy cuenta que no he visitao a Roca desde las ocho de la mañana. ¡Joder!¿Y si en mitad del rodaje tengo que salir pitando al baño arruinando el plano? Le pregunto al ayudante si puedo ir al baño ahora. Mira el reloj y me dice que adelante.

Supongo que todo el mundo pensó que me estaba meando de miedo pero no era así, y en realidad no tenía ninguna gana. Sólo temía que las tuviera ya dentro del coche y retorcido como iba a estar. Me sorpendió lo tranquilo que me encontraba, como si estuviera por allí todos los días. Siempre me he sentido cómodo en este ambiente del cine y ahora lo corroboro dentro de un rodaje grande.

En fin, que yo fui el culpable de retrasar cinco minutos el rodaje de la Wikipeli en su primer día, aunque mejor eso que arruinar un plano después.

De vuelta ya estoy en mi posición de muerto y busco una postura extraña pero cómoda, y no era fácil. Decúbito supino con las manos y la cara hacia la puerta del maletero y las piernas dobladas en la otra dirección. Tuve que corregir la postura hasta que quedara bien en plano bajo las ordenes de los directores y el cámara.


Me guardo mis gafas de intelectual en un bolsillo y empiezo a relajar los músculos y cogiendo un ritmo de respiración tranquila. Voy probando también el parar de respirar y el mantener los ojos abiertos, y todo mientras me hacen fotos para la web de la Wikipeli.

-Vamos a rodar! Prevenidos! Cámara! Rodando! Acción!

Cuando Alex Angulo dice a Martin que abra el maletero es mi momento, pero la escena dura casi un minuto y parpadeo a los 15-20 segundos. ¡No puedo mantenerlos abiertos más tiempo! Cuando Martín abre el maletero en penumbra la luz del sol me deslumbra y es todavía peor.

El ojo es un órgano envasado al vacío, que gira todo el tiempo y necesita de lubricación lacrimal constante. Si dejamos de parpadear se seca, y es un acto reflejo que para anularlo hay que concentrarse lo suyo.

Así que tengo que superlubricar el ojo parpadeando muchas veces justo antes de que Martín abra el maletero y entonces me mira con cara de terror. Mientras me esconde del tiro de la cámara aprovecho y parpadeo a tope, y espero que no le de la risa.

Siempre había pensado que una escena de muerte es lo último que me gustaría interpretar y me mantengo. No me parece nada facil ni cómodo. La espalda se me está quedando como un ocho y tengo el cuello contracturado hacia la izquierda.

Entre toma y toma oigo a Alex Angulo, a Martín y a Corbacho reajustando la escena una y otra vez. De vez en cuando hacen alguna broma sobre el muerto pero yo no puedo reirme porque arruino el maquillaje.

En total estuve dentro como una hora aproximadamente. Al reincorporarme procedo a estirarme como un gato y necesito caminar para desentumecer el cuerpo. En estos momentos el cine me parece duro, y entiendo que nadie es imprescindible y que todos trabajan lo suyo.

Son las dos de la tarde y me voy hacia vestuario para quitarme el traje y el maquillaje. Alex Angulo llega también al cambio de ropa y hace bromas. Como no puede ser de otra manerea le felicito por Acción mutante. (no había Mirindas en el catering y estamos todos vivos)



No necesito pedir autógrafos a los actores. Tampoco me siento un fan cinéfilo rodeado de actores de las pelis de mi filmoteca. No sé, estoy aquí trabajando con ellos durante un rato y soy uno más, poco más pero uno más. ¿o no?

Al llegar al camión-camerino veo que Blanca Suarez acaba de llegar y está esperando para probarse el vestuario. Yo con mi tiro de bala en la cabeza la doy la mano y me sonrie muy bien como al actor secundario Bob que soy y además sin frases, y calvo. Creo que ella y Martín vienen de Madrid de grabar en La Laguna Negra y estan cansados. Es muy guapa y saldrá muy bien en la Wikipeli.

En el catering estan sentados por gremios. Con mi plato de ensalada busco un lugar y Manel Vicaría el productor, me hace señas y termino comiendo en la mesa de los directores y los actores. No me lo puedo creer...