miércoles, 20 de enero de 2010

Mi nuevo tomavistas



Alguien puede no creerme cuando le digo que tengo un tomavistas. Y lo más raro es que me lo acabo de comprar. Es una Noris 3001 de buena fabricación alemana de los años 70, con la lente perfecta y el zoom funcional. Usa 4 pilas pequeñas y la maquinaria es una maquinaria: no tiene un maldito chip.

Ayer mismo me cargué un USB cuando lo arranqué de cuajo del frontal del computer. Fue sin querer. Me levanté para abir al cartero y me lo llevé con el pie. Total que el maldito cartero era comercial y me cagué en su calavera. Eso me llevó a pensar (sólo un poquito) sobre el momento actual a la hora de guardar datos en carpetas intangibles (archivos, fotos, cine). Todo es muy rápido y fácil de usar en el mundo digital pero es muy facil perder. ¡Ya ves con una patadita!

Total que salí por la tarde furioso y la vi en el escaparate. Un tomavistas super 8. El de siempre. Hoy en el 2010. Una camarita de cine en su mínima expresión pero con toda su magia. Su aluminio satinado brillaba y me llamaba. Me decía que todavía estaba ahí, que podía rodar, que podía girar, que podía impresionar. Y me impresioné. Y ya es mía. Por fin.



En las navidades de 1976 mis padres (o sea los Reyes Magos) nos regalaron un proyector de super 8 muy grande que pesaba unos kilitos. Creo que era el Cinemax Bianchi. Lo hice funcionar con una bobina de Laurel y Hardy pero aquello no marchaba. Comprobé todo otra vez pero no funcionaba. Lo devolvimos (para alivio de los Reyes Magos que debieron de estar al borde la ruina con aquella compra) y como no tenían otro se cambió por el Cinexin amarillo de la época.

Los papás prometieron que al año siguiente los Reyes traerían otro proyector mejor y además una cámara. Las navidades del 77 llegaron pero hubo problemas con los presupuestos (los Reyes de Oriente en plena crisis del petroleo imagínate) y nunca más se supo de las máquinas de hacer cine.

Total, que al final tenía que llegar el dichoso tomavistas. Con 30 años de retraso pero ya lo tengo. Todo llega. Ahora lo que no hay es película. El lugar más cercano para revelar está en Burbank. Lo tengo un poco jodido.

El otro problema es que perdí el Cinexín amarillo del 76 en alguna mudanza. A ver cómo proyecto ahora peliculitas para los amiguitos. Tendré que usar el DVD...

martes, 5 de enero de 2010

Año nuevo en Tatooine



El nuevo año Arthur C. Clarkial 2010 me sorprendió en Túnez. Mi mujer y yo decidimos pasar la segunda parte de las navidades en el norte de África. El viaje incluía una visita a Matmata y las casas cavernícolas, o sea donde se rodaron los exteriores de la casa de los tíos de Luke Skywalker. Se me ocurrió sacar la espada laser en un momento que no miraba nadie, para que no pensaran que iba yo por ahí fardando y tal. (por cierto el plasma de la espada laser quema un poco los deditos, tienes un gran poder en tu mano pero todo tiene un precio)



Intentamos hacer una instantánea de los cañones pero unos tipos raros con las caras tapadas, con túnicas viejas y largos fusiles insistían en hacerse fotos sin parar y no salío nada decente. Los estraños tipejos gruñian y ladraban entre ellos, empezaron a empujarem hacia un barranco y tuve que sacar la espada de luz para acojonarlos un poco. ¡Qué asco de gente joder! No se puede salir de casa.

El tiempo estupendo con sol con una media de 15-20 grados por el día y unos 7-10 por la noche. Los nativos decían que debería de estar lloviendo en estos días de diciembre.



Han sido 7 días de inmersión en otra cultura muy diferente a la nuestra, aunque la cola sabe practicamente igual. En la cultura árabe de Túnez sorprenden dos cosas. Lo muy bien que tratan al turista porque saben que es una gran fuente de ingresos para su país, y el trato de la mujer en el sur. La mujer de zonas rurales o poco desarrolladas apenas se ve por las calles. Cuando atraviesas un pueblo solo se ven hombres por todos lados, en los bares o sentados en las terrazas. Ni rastro de hembras. Y cuando están van tapadas hasta los ojos.



En el norte es diferente o en ciudades costeras abiertas al turismo porque ahí las puedes ver sin burkas y vistiendo Jeans o camisetas. Por lo visto Túnez es de los paises musulmanes más liberales e incluso ellas venden en las tiendas y pueden hablar contigo y todo. En el sur cuando compras y regateas el hombre se encarga de cerrar los tratos y ellas casi ni hablan, si es que estan en las tiendas. En fin parece que en pleno siglo 21 el medievalismo y el miedo atávico a la mujer sigue ahí y no parece que vaya a cambiar y quizá no deban. Es su cultura y es asunto de ellos liberar a su mujer o no. Por cierto que son mujeres muy guapas, de piel canela y ojos negros como la noche. Vamos como las chicas de Andalucía.



Atravesado por la cordillera del Atlas, Túnez está centrada en la costa norteafricana con unos 164.000 km2, es uno de los paises mas pequeños en el Mediterráneo y es uno de los principales exportadores de dátiles con 300 millones de palmeras. La moneda es el Dinar Tunecino y vale unos 50 centimos de Euro. El agua del grifo no se puede beber porque se extrae de pozos subterráneos, muchas veces es amarga y sabe como a metal. Nos vendría muy a bien a todos unos días en el desierto para valorar eso de tener agua potable en casa. Siempre estuvimos pendientes del agua y si había o no que comprar. Las botellas de litro y medio costaban de uno a tres euros depende la zona.



Visitamos en muy poco tiempo muchos lugares y vivimos momentos aventureros para turistas. Comprobé como el cineturismo funciona y cómo usan una zona visitada por un equipo de rodaje de Hollywood para vender un lugar que es como cualquier otro. Visitamos parajes que sirvieron para el rodaje de Star Wars, El paciente inglés o Indiana Jones 3, y así lo venden los folletos y los guías. Saben que nos gusta esa cultura del glamour y siempre hay flipaos que buscan ese tipo de movidas.

¡Jo! ¡Macho! ¡He visto Tatooine! ¡No me lo puedo creer!