El señor Irvin Kershner ha muerto en Los Angeles con 87 años hace pocas horas. Mala noticia que nos apena y mucho a los fanses del cine fantástico. ¿Pero por qué? Fue un director de cine de Hollywood más o menos importante, que se encargaba de dirigir segundas partes de películas de exito de los 80 y 90 bastante divertidas o bien hechas como "El retorno de un hombre llamado caballo", "Robocop 2", o "Nunca digas nunca jamás" (el hijo bastardo de los Fleming).
Y hasta ahí todo suena más o menos medianamente notable. Pero si añadimos que este señor además dirigió la película El Imperio Contraataca (Star Wars episode V - The Empire Strikes Back (1981), todo cambia, y lo mundano o notable se vuelve (al menos para los cinéfilos) algo de otra galaxia muy lejana, todo se tiñe de un brillo especial y hace que la imaginación se dispare bien lejos y por lo menos hasta Hoth.
Yo tendría unos doce o trece años cuando el episodio cinco estaba en los cines, pero no la vi en pantalla grande hasta 1997, cuando se reestreno la trilogía (sólo podía ver algún trailer o documental de vez en cuando en TVE española y en blanco y negro). Dramas frikis aparte, los que nos hicimos adolescentes mientras seguíamos hipnotizados el nacimiento de la leyenda de ILM y Lucasfilm, sabemos que sin Irvin, Star Wars no sería lo que fue y es ahora.
Dicen que George Lucas estaba tan jodido después del esfuerzo de sacar adelante Star Wars, que decidió descansar incluso en una clínica de reposo, de la tensión de la dirección, para tomar la tensión de la producción (no sé qué es peor) de la continuación del episodio IV Una Nueva Esperanza.
Dicen que se le ocurrió comentar a su ex profesor de cine en la USC de California que buscaba director para dirigir la continuación de La Guerra de las galaxias y que estaba pensando en alguien como él. Irvin parece que rechazó al no estar especializado en efectos especiales, y alguien le dijo que si no dirigía la continuación de la película más divertida, increible y taquillera de la historia del cine es que era gilipollas. Aceptó, claro.
Mi infancia está llena de recuerdos de La guerra de las galaxias, y fue a partir de leer y releer el libro oficial del rodaje del episodio V cuando empecé a entender y comprender cómo era un rodaje de cine de efectos especiales, con la pantalla azul, los maquetistas y la rotoscopía. Y es que en 1982 no había internet y tenías que bsucar infornación donde podías, y sólo tenías algunos pocos cómics de Marvel, cromos y figuras de plástico, o algunas reseñas en diarios y revistas.
Irvin Kershner trabajó durante casi tres años en el Imperio, y de manera indudable nos dejó la mejor de las seis películas de la saga y es responsable directo de varios aciertos a saber: fue la matrona de Yoda, Han Solo es un cowboy espacial creible gracias a él, logró meter una historia de amor en una peli del espacio sin que parezca algo idiota, tranformó en un adulto a un bobo, moñas e insoportable Luke Skywalker, y convirtió a Dart Vader en el malo más malo del cine haciendo que congelara en vida al chulo Han. Tío George lo pagó todo, sí, pero la batuta era de Irvin.
Fue un acierto elegir a este cineasta cincuentón para la oscura El imperio contraataca, porque ninguna otra peli de la saga consigue otra vez esa atmósfera densa y verosímil de una buena dirección. (ójala hubiera dirigido el episodio 3)
Nunca he conocido personalmente a este señor, pero le deseo un merecido descanso en la eternidad. (o dónde sea que esté ese descanso)
